Sobrevivir a una fusión empresarial
- NuriaPeláez ,La Vanguardia)
- 28 mar 2017
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Cada año miles de empresas se venden o emprenden una fusión. Para sus empleados se abre un proceso de incertidumbre con dos posibles finales: perder el puesto de trabajo o comenzar una etapa con nuevos jefes y compañeros y nuevas condiciones laborales.
Cambiar de jefe, sede y compañeros de la noche a la mañana, sin moverse de la empresa de siempre, o en muchos casos incluso perder el puesto de trabajo: aunque a menudo sólo se habla de las fusiones en términos de cifras de negocio, las fusiones empresariales comportan importantes consecuencias para los trabajadores de las compañías que participan en el proceso.
Los procesos de fusión resultan especialmente complejos cuando se alargan en el tiempo. La primera fase suele iniciarse con rumores, ya que generalmente la dirección de la empresa no informa a sus empleados hasta que el proceso está prácticamente cerrado. Charles-Antoine Roger, consultor de Mercer especializado en fusiones y adquisiciones, lamenta que la mayoría de las empresas que participan en un proceso de este tipo no planifican una buena comunicación con los empleados. "El resultado - advierte- es que la gente no sabe qué está pasando y comienzan a surgir especulaciones. Los trabajadores están preocupados porque se imaginan lo peor, los compañeros se pasan el día comentando teorías sobre qué puede estar pasando y esto afecta a su rendimiento. Además, ante la incertidumbre, algunos empleados empiezan a buscar otras oportunidades fuera de la empresa".
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